viernes, 15 de mayo de 2015

Por fin la primera salida

Finalmente el viernes pasado arrancamos, aunque tarde, para un camping cercano, llegaríamos sobre las ocho de la tarde aproximadamente.

El camping no era muy grande y tenía una ocupación de gente mas bien baja aunque aún había unas cuantas caravanas instaladas, luego me enteré de que la mayoría eran de gente que se queda la temporada completa, y, se nota, porque muchos tienen ya unas instalaciones de suelos en el avance que son para estar tiempo.

Al llegar al camping y dejé claro que era novato con la caravana y que me lo pusiesen sencillo, cosa que hicieron, sin problema. Básicamente había dos zonas una con vistas al mar, pegada al mar y la otra un poco más alejada del mar pero más cerca de la zona de juegos para los niños. Mi mujer me dijo que escogiese yo, y escogí, pensando en mi mujer, la cercana al mar... finalmente fue una mala elección, porque después de hacer mover a algún coche para dejarnos pasar y de que el chico del camping nos acompañase a la zona, mi mujer, pensando en los niños, hizo la observación de que podían escaparse o caerse a través del seto hacía la zona rocosa de la playa y era peligroso, visto esto, le comenté al chico, que, sino le importaba al final iríamos para la otra zona. La persona del camping, me comentó que realmente esa era la elección que normalmente hacía la gente con niños, pero que como yo le había dicho esa, pues que el no me iba a decir que no. Nos fuimos a dar otro paseo por el camping (menos mal que no era muy grande), sin molestar mucho más y nos pusieron en una parcela cómoda, donde, amablemente, y con ayuda de un par de campistas más conseguimos colocar la caravana, fue un trabajo sencillo gracias a ellos que tenían un extremo cuidado de que no tropezase la caravana con nada.

El sábado por la tarde decidimos montar el avance, parece un absurdo, porque el domingo a la tarde teníamos que desmontarlo, pero la realidad es que necesitábamos saber cuanto nos llevaba montarlo y desmontarlo. Teníamos que hacer los agujeros en la caravana para poner los palos que sujetan el techo, pero al final decidimos poner fix-on que van colgados de la misma lona del avance, todo un invento, que casualmente, como mi mujer fue a hacer algunos recados el sábado por la mañana, las compró en la tienda donde compramos la caravana, ya que los tenían en stock.

Son enganches como este:


El avance, al final de mucho trabajo, por la falta de práctica quedó más o menos así:


Al día siguiente hasta le pusimos la parte de adelante. Como se puede observar aún no tenemos suelo, andamos dando vueltas a ver cual escogemos.

En resumen los niños lo pasaron genial, el primer día fue un poco infierno para que se durmiesen pero la cosa se fue normalizando. El mayor casi no le veíamos el pelo, simplemente venía a comer y a jugar con sus amigos, los pequeños se cansaron de andar de paseo con la bici, incluso un día que vino de sol los llevamos un rato a que jugasen a la arena de la playa, aunque no estaba para bañarse.



viernes, 1 de mayo de 2015

Todo en contra el primer día

Ayer era el gran día, nuestra idea era ir a recoger la caravana e irnos de acampada por ahí para ir probando los campings cercanos, pero, ya desde el martes, la cosa pintaba mal... El tiempo no iba a ser el esperado, es más, iba a llover de lo lindo.

Qué no íbamos a ir de camping ya lo teníamos asumido, pero la cosa fue a peor.

Mi idea prevista era salir de la oficina a las 3 de la tarde, como mucho a las 4, para poder ir a recoger la caravana a las 5 o así y traerla hasta casa, para que los niños la vieran un rato, antes de llevarla al sitio donde la iba a aparcar, que está como a 40km, y diréis porque la guardo tan lejos, pues porque es un sitio donde la tengo gratis, vigilada y cuidada. En fin, sin liarme, al final tuve un problema en la oficina y salí a las 5 y media de allí, con lo cual, apurando llegue a casa a las seis y cuarto y entre montar los niños en el coche, las cosas, etc., al final llegamos al sitio a recoger la caravana casi a las 7 de la tarde.

Pero ya sabéis eso de que cuando la cosa se tuerce... 

Los señores meteorólogos acertaron plenamente en su predicción, llovía a cántaros, entre que la chica de las caravanas y yo revisamos todas las cosas, enganchamos la caravana, cargamos el avance y cuatro pijadas, primera semimojadura, bueno, si eres de donde no llueve mucho sería calado hasta los huesos, pero aquí en Galicia era un "un poco mojado".



Pues nada, arrancamos con los 7 metros que le habían crecido al coche y, para que os hagáis una idea, la salida es una cuesta abajo, eso sí, no muy pronunciada ni larga, que sale a una carretera secundaria que se incorpora a unos 50 metros como mucho a una rotonda de una carretera nacional, vamos, lo que cualquier conductor novato de caravanas desea para su primera experiencia con coche con remolque. Pero bueno, el conjunto se portó bien, imagino que algunos coches me habrán maldecido en alguna zona que iba a 60 y se podía ir a 100, pero llovía bastante y la prudencia ante todo, en algún tramo aún así llegamos a 75 / 80, vamos , éramos como un supersónico. De todas formas para ser el primer viaje salió todo bien.


Llegamos a aparcar, el sitio deja maniobrar, pero hay que entrar por un camino marcha atrás unos 40 o 50 metros, que parece fácil, pero no lo es tanto, sobre todo hasta pillarle el truco a las distancias en los espejos, lo de girar más o menos lo tenía controlado, porque en mis tiempos mozos, muchas veces conduje un tractor, ya que en mi casa se usaba para las labores del campo. Aún así era de los pequeños, que puedes levantarte y mirar el remolque directamente. En la caravana es todo a base de espejos, o sacar la cabeza cuando estos no te dan, e indicaciones externas, en este caso de mi mujer. De todas formas, la caravana no gira igual que el remolque del tractor, y nuestro coche no es el tractor, digo esto por dos motivos fundamentalmente, el remolque del tractor y el de la caravana, responden de forma distinta, es como si la caravana fuese mas reacia a hacer lo que le pides, y el otro motivo es que el tractor suele tener una marcha cortita que te permite meterlo casi en cualquier sitio muy despacio, el despacio del coche, no es el mismo.

Una vez puesta la caravana en su sitio, a desenganchar, cosa fácil ¿no? Aflojar una palanca darle unas vueltas a una pieza tirar de otra y gancho fuera.. Pues no! Aquí el señor cuando la engancho y apretó el ferodo de la ruedecita lo giro de más y se quedó clavado con lo cual a buscar por ahí un taco que hubiese tirado y con el martillo a darle a la ruedecilla, esto no es una locura, es lo que pone por ahí en el manual del estabilizador , que previamente tuve que buscar en internet porque el de papel estaba en mi casa... 


Y, por supuesto, lloviendo a cantaros, que esa si que se puede considerar mojadura, cenamos, los niños ya lo habían hecho, me puse una camiseta y unos calcetines secos que me dejaron y para casa... Hora de llegada, aproximada, las doce y cuarto de la noche. Y ya ahí, lo de siempre, empezamos el acarreo de niños dormidos a sus habitaciones, además había que ponerles el pijama, que el que le ha puesto el pijama a un niño con mala leche que lo que quiere es dormir, sabe de que le estoy hablando.

A pesar de todo, seguimos súper ilusionados con nuestra caravana.