viernes, 1 de mayo de 2015

Todo en contra el primer día

Ayer era el gran día, nuestra idea era ir a recoger la caravana e irnos de acampada por ahí para ir probando los campings cercanos, pero, ya desde el martes, la cosa pintaba mal... El tiempo no iba a ser el esperado, es más, iba a llover de lo lindo.

Qué no íbamos a ir de camping ya lo teníamos asumido, pero la cosa fue a peor.

Mi idea prevista era salir de la oficina a las 3 de la tarde, como mucho a las 4, para poder ir a recoger la caravana a las 5 o así y traerla hasta casa, para que los niños la vieran un rato, antes de llevarla al sitio donde la iba a aparcar, que está como a 40km, y diréis porque la guardo tan lejos, pues porque es un sitio donde la tengo gratis, vigilada y cuidada. En fin, sin liarme, al final tuve un problema en la oficina y salí a las 5 y media de allí, con lo cual, apurando llegue a casa a las seis y cuarto y entre montar los niños en el coche, las cosas, etc., al final llegamos al sitio a recoger la caravana casi a las 7 de la tarde.

Pero ya sabéis eso de que cuando la cosa se tuerce... 

Los señores meteorólogos acertaron plenamente en su predicción, llovía a cántaros, entre que la chica de las caravanas y yo revisamos todas las cosas, enganchamos la caravana, cargamos el avance y cuatro pijadas, primera semimojadura, bueno, si eres de donde no llueve mucho sería calado hasta los huesos, pero aquí en Galicia era un "un poco mojado".



Pues nada, arrancamos con los 7 metros que le habían crecido al coche y, para que os hagáis una idea, la salida es una cuesta abajo, eso sí, no muy pronunciada ni larga, que sale a una carretera secundaria que se incorpora a unos 50 metros como mucho a una rotonda de una carretera nacional, vamos, lo que cualquier conductor novato de caravanas desea para su primera experiencia con coche con remolque. Pero bueno, el conjunto se portó bien, imagino que algunos coches me habrán maldecido en alguna zona que iba a 60 y se podía ir a 100, pero llovía bastante y la prudencia ante todo, en algún tramo aún así llegamos a 75 / 80, vamos , éramos como un supersónico. De todas formas para ser el primer viaje salió todo bien.


Llegamos a aparcar, el sitio deja maniobrar, pero hay que entrar por un camino marcha atrás unos 40 o 50 metros, que parece fácil, pero no lo es tanto, sobre todo hasta pillarle el truco a las distancias en los espejos, lo de girar más o menos lo tenía controlado, porque en mis tiempos mozos, muchas veces conduje un tractor, ya que en mi casa se usaba para las labores del campo. Aún así era de los pequeños, que puedes levantarte y mirar el remolque directamente. En la caravana es todo a base de espejos, o sacar la cabeza cuando estos no te dan, e indicaciones externas, en este caso de mi mujer. De todas formas, la caravana no gira igual que el remolque del tractor, y nuestro coche no es el tractor, digo esto por dos motivos fundamentalmente, el remolque del tractor y el de la caravana, responden de forma distinta, es como si la caravana fuese mas reacia a hacer lo que le pides, y el otro motivo es que el tractor suele tener una marcha cortita que te permite meterlo casi en cualquier sitio muy despacio, el despacio del coche, no es el mismo.

Una vez puesta la caravana en su sitio, a desenganchar, cosa fácil ¿no? Aflojar una palanca darle unas vueltas a una pieza tirar de otra y gancho fuera.. Pues no! Aquí el señor cuando la engancho y apretó el ferodo de la ruedecita lo giro de más y se quedó clavado con lo cual a buscar por ahí un taco que hubiese tirado y con el martillo a darle a la ruedecilla, esto no es una locura, es lo que pone por ahí en el manual del estabilizador , que previamente tuve que buscar en internet porque el de papel estaba en mi casa... 


Y, por supuesto, lloviendo a cantaros, que esa si que se puede considerar mojadura, cenamos, los niños ya lo habían hecho, me puse una camiseta y unos calcetines secos que me dejaron y para casa... Hora de llegada, aproximada, las doce y cuarto de la noche. Y ya ahí, lo de siempre, empezamos el acarreo de niños dormidos a sus habitaciones, además había que ponerles el pijama, que el que le ha puesto el pijama a un niño con mala leche que lo que quiere es dormir, sabe de que le estoy hablando.

A pesar de todo, seguimos súper ilusionados con nuestra caravana.

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